Tierras Océanicas

 Se tensan las lágrimas al ver, teñida de azul, a la Luna que ríe de tristeza y felicidad. ¿Cómo no voy a volar hoy, si las nubes están descansando en lo invisible? Trato de llegar a una calle que intenta persuadir al heroísmo de sentir al abismo besándole los pies. Eso, no significa que las torres se desplomen y que las flechas ya no tengan ganas de atravesar al Tiempo. Solo, quiero ver azul. Quiero que las lágrimas se despabilen y se conviertan en algo más. No necesito de mapas ni girasoles para ver al Sol nacer y ponerse detrás de un espejo que sangra y se empaña cada vez más. Las ideas que tiemblan como si fuesen un océano turbulento, y van en busca de un suspiro que no las silencie, sino que las confunda con plumas que viajan a merced del viento. Es cierto que los nudos a veces tardan un poco en encontrar un hueco en donde sea fácil respirar y soñar. La buena noticia es, que el sueño no le ha perdido pisada a la Esperanza y podría dibujar a ciegas cada cabello que se suelta, libre

 Hay rayos que sobreviven al umbral que proyecta tu amor. En todo caso, las vertientes podrían despilfarrar el hidrógeno que sepulta su existencia y no habría nadie que se anime a reclamar o apuntar con el dedo. Aunque los grises puedan sacar pecho y defender sus tonalidades abstractas, no les interesa quitarle protagonismo a un cielo que pronto dejará de estar nublado.

 Extraños inquilinos que han decidido partir, olvidándose los bolsos en el baúl de los abrazos. Manos de arena que sostienen un mapa que se disuelve por los besos del sol y queda atrapado por su destino. Algunos dirían que la búsqueda se cansó de luchar. Bajó su defensa y se entregó a la oportunidad que surgía de un juego sin reglas.  Entiendo que la luna ha cosechado sus anhelos. Y mis ojos, interpretados por la tibieza, perdurarán eternamente en el Amor.

 Esta película, que ya no tiene blindaje, puede correr y perseguir al sol, sin importar cuanto tiempo le tome tocarlo. Ya nadie sabe de paredes o de cualquier otro objeto que se les parezca o se crea similar. Las líneas son transparentes y se sienten conformes con su apariencia dócil. Las manos se abren de par en par, dejando ver al Mundo sus huesos, recibiendo flores y estrellas. Sostenido por sueños que hacen temblar a mis ojos de presencia y pasión. Hoy, los abrigos se dejan caer por turbulencias que no hacen nada más que caricias. Hasta los pliegues de mi rostro demuestran calma, en el silencio de las calles nocturnas, que se animan a trepar cualquier océano de fuego. Puedo decir, que mis ojos han cambiado de color. Un color que solo ellos conocen y que adjudican haberlo inventado. Le dieron alma a la lluvia y rigor a las plantas, que crecen de un lodo despejado. He visto todas esas ilusiones que juegan a inundar de colores, los aprendizajes que se han acercado a mi, de forma espon

 La pintura que gotea de mi cuerpo está a punto de desobedecer las reglas que limitan al Mundo para llenar de colores el Vacío. Mientras los carteles se dan vuelta y sus letras se despiden del pasado, dejándoles un guiño de regalo. Tal vez, las nubes agachen su vuelo para juntar los restos de un aroma salvaje que logro despertar al sol. Ves los dientes que gruñen historias, que salpican dolor bajo la lengua rasposa y con prisa, huyen hacia el humo. Y desaparecen, no están más. Los cuervos que me espían desde un árbol, a la espera de que un paso se tropiece con el siguiente, y se debilite el arcoíris que mi corazón indaga por las noches. Pero, no... no fue posible. Me hice amigo de los cuervos mientras descansan sobre mis ojos.

 Tus labios endulzan hasta las flores que se cobijan en el humo y estirando la lengua empujan al Amor para que conozca los deseos de la oscuridad. Tu boca enfunda un sable que no sabe lastimar y fue diseñado en un nogal, que se encuentra al borde de mi Alma y la puedes visitar tantas veces quieras. Puede electrocutar mi corazón con tan solo abrir los ojos, bajo una nube gris que se anima a dejar pasar algunos rayos de sol. ¿Qué harías si fueras un tallo que creció sabiendo lo que es el Amor? Paso mi vida pensando en algo que no tiene desperdicio y jugaría en sus aguas hasta que me rescate una mentira. Pelearía con los sobornos que se atrevan a creerse dueños de las manchas de un tigre. Le arrebataría los sueños a cada promesa que no se concluyó y derrama dolor en el aire. Pisaría con el rigor de mi Alma la hojarasca color miel, para que el rumor se de vuelta y tiemble de ternura al mirarme. Sentenció la luna que algún día lograrías capturar su color y llevárselo a tus ojos. Y tu inocen